martes, 31 de julio de 2012

Tarta de zanahorias

Esta tarta de zanahorias lleva en mi recetario muchos años. Y a lo largo de ellos he ido haciendo pequeñas variaciones que no han cambiado su esencia.
Elaborada con almendras y sin ningún tipo de harina, es un dulce apto para celíacos. Solo huevos, azúcar moreno y un ligero toque de especias, además de las ya citadas almendras y la zanahoria, claro.




Cubierta de un glaseado real, resulta además elegante su presentación.
Se puede variar el glaseado y hacer un frosting de queso, que le da un carácter diferente al aportar un toque ácido que contrasta con un dulce especiado y no exageradamente dulce.

lunes, 30 de julio de 2012

Cookies de copos de avena

Mucha mantequilla, azúcar, harina y copos de avena. Nada más sencillo. Pero el resultado es una galleta crujiente y sabrosa que se deshace en la boca, dejando un regusto a avellana. Al usar mantequilla salada, se consigue un bello contraste, y no resultan muy dulces.



Aunque amasar a mano no sea uno de mis fuertes, y menos con las temperaturas de esta época del año, no resultó tan difícil como pensaba. Pues se consigue una masa muy elástica que luego se envuelve en film y se guarda en el congelador para poder cortarlas antes de disponerlas en la bandeja del horno.


Una vez frías las decoré con una ganaché de chocolate negro. Aunque se puede hacer también con chocolate con leche o chocolate blanco, o buscar otras alternativas. También estaban ricas antes de poner el chocolate.
 Resultan perfectas para tomar un té o para una merienda infantil.


Se conservan muy bien guardadas en una lata durante varios días.

miércoles, 25 de julio de 2012

Historia de una planta: el té.

El té, una de las bebidas más consumidas hoy en el mundo, tiene una larga historia. Tanto la documentada como la que nos llega a través de la mitología oriental tiene siglos de datos e historias.
Se calcula que empezó a consumirse en China hace unos tres mil años.
Cuenta la leyenda que fue el emperador y erudito Shen Nu quien descubrió sus propiedades cuando vio caer unas hojas de la planta sobre el agua que estaba hirviendo; él mismo había dispuesto que todo el agua fuera hervida previamente antes de ser consumida. Al notar el delicado aroma que desprendía, probó aquella infusión. Así empezó a crecer su popularidad entre todas las clases sociales.
No quiero dejar de nombrar la leyenda que el budismo nos lega sobre el origen de la planta del té. Se cuenta que Sahkiamuni, resuelto a alcanzar el satori a toda costa, recurrió a cortarse los párpados para evitar dormirse y perder la concentración. Al lanzar a la tierra sus párpados, estos germinaron en una planta que ayuda a mantenerse despierto y atento.


Al principio, el té se consumía preparando la infusión de la hoja fresca. Pero al popularizarse la bebida hubo que recurrir a métodos que facilitaran la disponibilidad, su almacenamiento y el transporte. De este modo, los agricultores empezaron a cultivarlo en arbustos de los que iban recolectando los brotes. Luego vendría la investigación sobre los diferentes métodos de secado y fermentación. Hasta llegar a como conocemos el té hoy día.


No es hasta finales del siglo XV, cuando los portugueses llegan a la India donde su consumo estaba muy extendido, que el té empieza a conocerse en Occidente. Y no es al parecer hasta el año 1610 cuando el primer cargamento llega al puerto de Amsterdam. A mitad del siglo XVIII el té empieza a ser conocido y popular en casi toda Europa.



Este pequeño artículo de hoy, donde las fotos están tomadas de la red, me sirve para deciros que en estos días ya podréis disponer del té que siempre os he servido. Se trata de té ecológico y de comercio justo de Oasis. Té blanco, verde, negro y rojo, además de infusiones y el rooibos que tanto gustan a todos por su extraordinaria calidad, su amplia gama de mezclas y sabores y, también, por su gran relación calidad-precio.


No dudéis en poneros en contacto conmigo para cualquier consulta.

sábado, 14 de julio de 2012

Shortbread de Chocolate. Con receta y truco.

Hace unos días os presenté el primer Shortbread que preparaba.
Hoy os voy a enseñar cómo elaborar uno de ellos. Carece de toda dificultad, por lo que me ha parecido buena idea ofreceros la receta para que probéis a hacerla. Os animo a que la hagáis, pues es resultado es perfecto, y se puede tomar en cualquier momento en forma de pequeñas galletas. Además, os sorprenderá su textura: se deshace al comerla y es jugosa y, al menos a mí, me resulta deliciosa.



Ingredientes:
250 g de mantequilla salada muy fría cortada a daditos
85 g de azúcar + un poquito para espolvorear por encima
300 g de harina
25 g de cacao en polvo

1. Precalentar el horno a 150 °C.
2. Tamizar la harina junto al cacao sobre un cuenco. Añadir el azúcar y la mantequilla. Trabajar con los dedos o con el robot hasta obtener una pasta granulosa. Amasar durante 1 minuto sobre una superficie fría y ligeramente enharinada.
3. Apretar la pasta con los dedos en el molde cubierto de papel sulfurizado.
4. Hornear 50 minutos.
5. Recortar en triángulos nada más salir del horno y espolvorear con un poco de azúcar. Dejar enfriar en la bandeja.

Sobre esta receta se pueden ir haciendo las pruebas y variaciones que consideremos interesantes y apetitosas. Con frutos secos, mermeladas ...
La receta es de una conocida autora de libros de cocina, Trish Deseine, de la que podéis encontrar mucha información en la red. Suele usar recetas que son fáciles de preparar y que necesitan pocas variaciones o ajustes.

Y para terminar, un pequeño truco que nos puede ayudar cuando queremos usar uno de esos moldes de los que es difícil sacar lo que hemos cocinado.
A veces nos parece que el papel sulfurizado solo podemos usarlo sobre moldes planos, o recortarlo y pegándolo con mantequilla a las paredes de moldes. La verdad es que notamos al usarlo que se trata de un material fuerte, aunque no elástico. Pero es más maleable de lo que nos resulta a simple vista. Si lo mojamos bajo el grifo y lo empapamos notaremos que se torna más flexible. Escurriéndolo después con cuidado y quitando el exceso de agua, el papel de horno se puede adaptar a casi cualquier molde y uso.


Espero que este consejillo os sea de utilidad. Y que os animéis a preparar esta sencilla receta. Contadme si os ha gustado.

miércoles, 11 de julio de 2012

Variaciones

Cocinar en verano, y sobre todo si hay que encender el horno, es bastante sofocante. Encontrar el momento apropiado para comenzar la tarea siempre resulta todo un dilema. Y nunca parece ser el momento apropiado...
Estos días he tenido bastante tarea y tengo que pedir disculpas por no haber atendido el blog todo lo que este requiere. Cuando, al final de la noche, me sentaba frente al ordenador con la intención de contaros algo nuevo me quedaba en blanco y la pretendida nueva entrada se quedaba a las puertas...
Pero hoy sí voy a mostraros un par de elaboraciones que no son del todo nuevas y ya os he presentado antes, pero que llegan levemente modificadas.
De los financiers ya habéis tenido ocasión de ver más de una variación. Tanto en Millionaire's Shortbread como en Variaciones sobre los clásicos os he presentado versiones diferentes. Y creo que en ambas os advertí que seguiría incluyendo más, pues los financiers son unos de mis preferidos.


En esta ocasión he vuelto a insistir con el té verde, pero he añadido también pepitas de chocolate negro.
Y la mezcla ha sido todo un acierto. El contraste del sabor del té, herbáceo y ácido, con el sabor amargo del chocolate negro ha sido todo un descubrimiento...
En las fotografías no se aprecia especialmente el color verde que el té ha dado a los financiers así que voy a tener que contratar a un fotógrafo más ducho que yo...



Otra versión que he hecho estos días ha sido un sponge cake con un fresco relleno veraniego y cubierto de una ganache de chocolate negro.




Ya aquí habéis visto una versión sencilla. En esta ocasión hice un almíbar muy especiado y un relleno con una capa de nata montada acompañada de una mermelada de melocotón.


Resultado: una tarta jugosa y fresca, esponjosa y suave que se deshace al cortarla y resulta muy apetitosa.