Esta tarta de zanahorias lleva en mi recetario muchos años. Y a lo largo de ellos he ido haciendo pequeñas variaciones que no han cambiado su esencia.
Elaborada con almendras y sin ningún tipo de harina, es un dulce apto para celíacos. Solo huevos, azúcar moreno y un ligero toque de especias, además de las ya citadas almendras y la zanahoria, claro.
Cubierta de un glaseado real, resulta además elegante su presentación.
Se puede variar el glaseado y hacer un frosting de queso, que le da un carácter diferente al aportar un toque ácido que contrasta con un dulce especiado y no exageradamente dulce.
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