jueves, 20 de septiembre de 2012

Tarta de moka y chocolate

Llevaba tiempo sin incluir aquí ninguna tarta. ¡Ya era hora! diréis.
Pues sí, no voy a ser yo el que diga lo contrario. La verdad es que hacía tiempo que no hacía honor al nombre del blog.
Pero también es cierto que he disfrutado enormemente horneando galletas sin parar. Y he aprendido mucho sobre estos pequeños bocaditos. Aunque os advierto que aún me quedan algunos en cartera que irán apareciendo en estos días.
La tarta que os presento hoy es de las que tiene un tiempo de elaboración dilatado y muy preciso. No quiero decir que sea complicada, pero sí lleva un acabado bastante laborioso. Sobre todo en la preparación de la crema pastelera y de la cobertura.


Como veis, se trata de un bizcocho de chocolate con tres capas. El relleno es una crema pastelera con moka. Esta crema, si no disponemos de los robots tipo 'multichefs' tan extendidos en estos tiempos, requiere de mucha atención y de mucho brazo. Con mucha vainilla natural y con el toque del café, es de un sabor intenso y aromático, que combina a la perfección con el chocolate negro. Además el bizcocho está regado con un almíbar de especias que le da un colofón perfecto al sabor del café. A veces he aromatizado el café, y no he puesto más especias en el almíbar. Muchas veces, en este tipo de tartas, se puede ir variando y añadir sabores y aromas en diferentes etapas de la elaboración.


Y terminamos la tarta con un glaseado también aromático. Una ganaché de chocolate negro con canela, o ganaché cingalesa.
Así, cada textura tiene un aroma particular. Por lo que el resultado en boca es un amplio abanico de sabores, aromas y texturas que hacen que desde el primer bocado tengamos la sensación de que no acabaremos nunca de descubrir nuevos sabores.
Fresca y más ligera de lo que parece a simple vista, no deja a nadie indiferente. Yo diría más: todos quieren repetir.
Una merienda inolvidable.

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