Para darle un nuevo sabor a unas galletas basta con aderezarlas con una mezcla de especias que sea sabrosa.
En estas predomina el sabor de la reina de las especias: la canela.
Pero complementada con una mezcla poderosa, a la par que equilibrada. Cardamomo, clavos de olor y nuez moscada, además del casi eterno sabor de la esencia de vainilla.
Y para que resulten más energéticas: almendras.
Todo dentro de un crujiente cuerpo. Morder una galleta y el aroma liberado captura nuestras glándulas.
Jugosas y delicadas, a la par que crujientes. Acompañan un rico té caliente, o tu bebida preferida.
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